miércoles, 19 de septiembre de 2007

las tachaduras de mi amigo jackie


"Son otros tiempos, es otro ritmo. En primer lugar, se corrige más deprisa y de forma casi indefinida. Antes tras cierto número de versiones (correcciones, tachaduras, pegaduras, pasta blanca), todo concluía, era suficiente. No es que el texto se considerase como perfecto, pero a partir de determinada duración de la metamorfosis, el proceso se interrumpía. Con el ordenador, todo es tan rápido y tan fácil que se está dispuesto a creer que la revisión puede ser indefinida. Una revisión interminable, un análisis infinito se anuncia ya, como guardado en reserva, detrás del análisis finito de todo lo que está en pantalla. En cualquier caso, puede prolongarse de forma más intensa en el mismo tiempo. En ese mismo tiempo ya no queda una mínima huella visible u objetiva de las correcciones de la víspera. Todo, el pasado y el presente, todo se halla encerrado para siempre. Antes, las tachaduras y las enmiendas dejaban una especie de cicatriz en el papel o una imagen visible de la memoria, había una resistencia del tiempo, un espesor en la duración de la tachadura. En lo sucesivo, el negativo se ahoga, se borra, se evapora inmediatamente, a veces en un instante. Es otra experiencia de la llamada memoria «inmediata» y del paso de la memoria al archivo. Otra provocación a lo que se llama la «crítica genética» que se ha desarrollado en torno a los borradores, a las versiones múltiples, a las pruebas, etc"

EL ‘TRATAMIENTO’ DEL TEXTO/ Jacques Derrida
Entrevista con Béatrice y Louis Seguin, La quinzaine littéraire, 698, agosto, 1996, pp. 4-7, traducción de R. Ibáñez y M. J. Pozo Edición digital de Derrida en castellano.


(reflexiones sobre una tachadura. Sobre un borrón intencional. aplicado/me/lo)

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