Hoy alguien se va a comer a la Luna.
La última vez que lo ví, fue de casualidad hace años...
desde una rambla
(a nadie le importa)
(a mí sí...)
Hoy hay otro
No hay rambla,
no hay mar cerca
es más
ya no somos esos que eramos.
a quién le importa...
–No, no vive acá. Le compré el departamento hace dos años.
–¿Sabe cómo encontrarlo? –preguntaron los policías.
–No, no lo vi más, no tengo ninguna relación –hizo un silencio y tanta pregunta le generó curiosidad–. ¿Por qué lo buscan?
–Está acusado por la masacre de Trelew –le explicaron los agentes.
El muchacho se sobresaltó con la noticia.
–¡Hijo de puta! –gritó. Luego explicó que sus padres eran desaparecidos (...)" Éstas son las últimas cosas –escribía ella–. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Puedo hablarte de las que yo he visto, de las que ya no existen; pero dudo que haya tiempo para ello. Ahora todo ocurre tan rápidamente que no puedo seguir el ritmo. No espero que me entiendas. Tú no has visto nada de esto y, aunque lo intentaras, jamás podrías imaginártelo. Éstas son las últimas cosas. Una casa está aquí un día y al día siguiente desaparece. Una calle, por la que uno caminaba ayer, hoy ya no está aquí. Incluso el clima cambia de forma continua: un día de sol, seguido de uno de lluvia; un día de nieve, luego uno de niebla; templado, después fresco; viento seguido de quietud; un rato de frío intenso y hoy, por ejemplo, en pleno invierno, una tarde de luz esplendorosa, tan cálida que no necesitas llevar más que un jersey." |