Cuando al que olvidamos también olvida, ahí no hay vuelta atrás.
empieza todo a tomar otra velocidad.
ayer me contaron esta historia, me quedo con algunos fragmentos...casi textuales
-estaba por cruzar la calle y lo vi en la parada del 130, entonces me tomé el colectivo...hacia frío ese día era junio, pero en tanta tristeza de esa tarde, e´parado ahí era el hombre que podía resolver todo, hasta el frío, porque era un hombre seguro
-pero no lo conocías
-bueno pero eso había venido a hacer a buenos aires [es de chile]
-qué vino a hacer?
-a conocerme a mí...
después viene toda una explicación de lógica karmica que no viene al caso, o arruina lo primero...
pero me quedé pensando un rato largo en ese sentimiento concreto de ese segundo que la llevó a cruzar la calle y buscar conversación.
Hoy se ven cada dos, tres meses, y ella viaja cuando termine de cursar las materias por un tiempo largo.
muchas veces la distancia no es un problema.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
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