domingo, 16 de marzo de 2014

Derivas

Esto en cursiva,  lo copie de un blog  al que llegué buscando...ya no recuerdo qué. 
Pero pienso levemente en el tiempo que lleva escribir algo nuevo y corregirlo.
Nihil Obstat se escribió hace mucho tiempo y se corrigió por años en tandas de una y otra vez, seriamente el 2010/2012 y el 2013/2014...ya no se corrige porque quiero que lo corrija otro (siempre fue otro el corrector, pero esta vez un corrector anónimo). La barrera superada fue comenzar a escribir la secuela, aunque y el espesor del otro ya clausurado? ni a palos me fumo otros 40años  para empezar a juntar 50 aceptables derivas.
No disfruto escribir el primer borrador. Corregir sí, pero hasta que sale ese primer borrador, es un parto. (...) Más o menos en siete meses escribo un borrador, pero estoy dos años corrigiendo. Creo profundamente que escribir es corregir, en una dinámica con el espíritu de uno, como un trabajo espiritual, que entra en sintonía con la vida y con la evolución. Corrijo y me transformo, porque uno corrige personas, no textos, uno se corrige en el texto. Lo decía Santa Teresa: Las palabras llevan a las acciones, alistan el alma, la ordenan y la mueven hacia la ternura. Lo decía 500 años antes de Lacan.
Pablo Ramos, "No existe una literatura de la felicidad", en revista Efecto Kuleshov, Vol. II, 2012

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