domingo, 23 de marzo de 2008

"La relación entre pensar y ser es la mismidad, la identidad. El lema orientador “Ser y Pensar” dice: ser y pensar son idénticos. Como si estuviera decidido lo que significa idéntico, como si el sentido de identidad estuviese a mano, y por cierto justamente en este señalado caso, respecto de la relación entre ser y pensar. Ambos, evidentemente, no son en nada comparables a cosas u objetos, con los que siempre se podría contar tranquilamente. En ningún caso “idéntico” significa tanto como “igual”. Ser y pensar: en esta “y” se oculta lo digno de ser pensado, tanto en la filosofía anterior como en el pensar actual."


Busco responder mi propia pregunta, "para qué sirve todo esto?" y responder, dos veces, el cuestionamiento sobre mi cuestionamiento.
Supongo, más bien sé, que cuando uno se deja de preguntar sobre el sentido de las cosas y las cosas, se transforma en un autómata.

Cada vez que explico mi posición no llego a tal sintesis, no llego a que quede claro.

Tu inteligencia me apabulla.
Eso pasa.
La inteligencia del otro me apabulla, (tuya, tú, vos, ese) y en una de esas, no mejor, es. Al final no dice nada nuevo, esmás de lo mismo, sale el sol sobre las mismas cosas como dice Celan.
Y debe ser que mi pregunta irrita porque obliga (te obliga) a volver a elaborar una respuesta, que si es reptida molesta (te).

pfs...
Parece una película repetida, sin tiempo, me molesta, me molestas, vos me molestas, me irrita (s)
me incomoda.
argh...
Y sé que tengo una respuesta para dejarte mudo.

No hay comentarios: